jueves, 27 de enero de 2011

IV

Estas palabras son lo más preciado que tengo,
y contigo las comparto.
Bajo el cielo enredado,
bajo las hojas mustias,
bajo la tierra húmeda,
en ellas seguiré, siempre,
despierta.

III

No creo que nadie sea capaz
de decir cómo he de vivir.
Ningún hombre.
Ninguna ley.
Ningún Dios.
Menos Él,
que nunca supo lo que es vivir.

lunes, 24 de enero de 2011

Desnuda

Me tumbé en su cama y dejé que me contemplara
el sol tras la ventana,
el reflejo en el espejo
de un cuerpo desnudo y enredado,
entre sábanas transparentes
de luz y cabellos tibios.

Me tumbé en su cama y dejé que me contemplara
mis piernas curvadas,
el musgo dorado de mi vientre
bajo las cortinas que se agitaban
por el viento que se colaba, desnudo,
por la ventana.

Me tumbé en su cama y dejé que me contemplara.

NOSOTROS

No hemos vivido ninguna gran guerra que nos arrebatase a nuestros padres y hermanos, que volviese callosas las manos y vacíos los ojos de nuestras madres, que nos encerrase bajo las camas viendo desplomarse el techo sobre las baldosas.

No hemos vivido ninguna gran depresión que nos llevase a atrvesar desnudos el océano, a cambiar los libros por zurzir zapatos y recoger carbón, a saborear soñadas sopas y mendrugos de pan.

No hemos vivido ninguna gran opresión que nos hiciese matar o ser matados, encerrar o entre hierros y nieve ser encerrados, silenciar o tras cristales empañados ser silenciados.

No hemos vivido ninguna gran revolución que nos hiciese correr las calles, arriba la gente, arriba la libertad, arriba el amor, larga vida a los jóvenes y hermosos y asilvestrados aburguesados, los que hacen el amor y sueñan la playa bajo el asfalto.

No hemos vivido. No vivimos. No habremos de vivir.
Somos hijos de la ausencia. De las palabras mudas. De las calles grises. De los asientos cómodos. De las respuestas correctas. De los sistemas eficientes. De la fobia al cambio. De la calma hipócrita.

Somos hijos de un tiempo que ya no es tiempo, pues las horas y los días Historia son, y la Historia acabó cuando el primer hombre decidió no sufrir.